Éste sábado Eiden ha vuelto a las andadas. Esta vez para evitar que sigamos fastidiando sus malvados planes ha decidido encerrarnos en su castillo. Para salir teníamos que recorrer su castillo (el tablero) y enfrentarnos a sus esbirros.
El tablero ademas pasadizos secretos que nos permitía avanzar mas casillas o agujeros que nos hacían retroceder casillas.
Los enfrentamientos con los esbirros se realizaban mediante pruebas (tierra mar y aire, saltar todos a la vez en la cuerda, apilar vaso en tres movimientos, recoorer un circuito eléctrico…)
Una vez derrotado podíamos recibir bonificaciones (avanzar casillas en el tablero, quitarle una vida al enemigo o la llave para poder salir del castillo) o penalizaciones (retroceder varias casillas un turno sin jugar).
Finalmente pudimos derrotar a los secuaces y volver sanos y salvos a San Marcos.
Ya en San Marcos los equipos prepararon la misa, el texto trataba sobre las bienaventuranzas. Cada equipo tenía que pensar que valores aportaba al Junior y de forma individual que hacían para ayudar a los demás.