Tal como nos dijo Jordi Huertos la semana pasada, el Chiché Itzá se estaba destruyendo. Así que este sábado, comenzamos la tarde haciendo un viaje en barco a México (Juego del torpedo), para una vez allí, ver como podíamos ayudar en su reparación.
Una vez en México, por equipos empezamos a trabajar para los jefes de las distintas empresas y fábricas de la zona . A cambio de nuestra ayuda nos dieron los materiales necesarios para la reparación de la pirámide.
Después de reparar la pirámide, y de sentirnos satisfechos de un trabajo bien hecho volvimos a Mislata. Una vez allí, preparamos el texto que se iba a trabajar en misa, hablamos de como nuestras buenas acciones pueden cambiar el mundo. Y de como podemos conseguir que la gente se una a nosotros, ya que por cuanto mas seamos más cosas conseguiremos.